
Profesionales farmacéuticos con enfoque hospitalario y compromiso social.

La Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) fortalece la formación de sus estudiantes de Químico Farmacéutico Biólogo (QFB) mediante la práctica en hospitales, donde desarrollan habilidades en áreas clave como la farmacovigilancia, la atención farmacéutica y el trabajo multidisciplinario.
Desde 2015, el servicio social obligatorio para esta carrera se realiza durante un año en unidades hospitalarias del Estado, lo que permite al estudiantado aplicar sus conocimientos en contextos reales, explicó la Mtra. Diana Patricia Reyes Manzanero, responsable del área de servicio social y prácticas profesionales.

“Tenemos presencia en hospitales como el Regional de Alta Especialidad, donde participan en la atención de pacientes oncológicos, revisión de idoneidad de tratamientos y conciliación de medicamentos”, comentó.
Uno de los campos que ha cobrado especial relevancia es la farmacovigilancia, enfocada a identificar, prevenir y resolver reacciones adversas a medicamentos. En este contexto, las y los estudiantes también colaboran en áreas especializadas, como la unidad de mezclas intravenosas y la farmacia de unidosis del Hospital General Agustín O’Horán, donde la figura del QFB ha adquirido mayor protagonismo.

“La farmacéutica Neri Lara, egresada de esta Facultad, fue pionera en visibilizar la importancia del QFB en entornos hospitalarios, abriendo camino a nuevas generaciones, estas experiencias fortalecen el perfil de egreso del alumnado y su integración en equipos de salud”, señaló Reyes Manzanero.
Además, clínicas privadas también han incorporado espacios de práctica profesional en los que se promueve la revisión de tratamientos y el seguimiento de pacientes, lo que demuestra que la labor del QFB va más allá de lo que tradicionalmente se asocia con esta profesión.
Reyes Manzanero subrayó que el impacto de esta formación también se refleja en la satisfacción del estudiantado.

“Aunque no todos son asignados al lugar que inicialmente desean, al final muchos reconocen lo valiosa que fue la experiencia. Algunos incluso descubren una vocación inesperada en estas áreas”, apuntó.
Finalmente, resaltó que el trabajo del químico farmacéutico en el ámbito hospitalario es cada vez más reconocido y esencial para garantizar la seguridad y eficacia de los tratamientos.

“Más allá de entregar medicamentos, el QFB acompaña al paciente, identifica riesgos y propone soluciones, todo en un entorno de colaboración con otros profesionales de la salud”, concluyó.